7 oct 2021

La sentencia de la Abeja

Este pequeño cuento que más bien catalogo como microrrelato me fue muy divertido de escribir. Me imaginaba a mí misma volando en todas direcciones, zumbando sin parar. Lo que ya no era tan divertido era la preocupación del animalito. Ojalá lo disfruten tanto como yo al escribirlo.


Abeja en rama

Abeja

 

Volar. VOLAR. ¡VOLAR!

Volar… y no encontrar absolutamente nada. De arriba para abajo, de izquierda a derecha, en línea recta y círculos, haciendo ondas, en espiral… y nada. Ni una planta, arbusto o flor. ¿Qué comerían las larvas, la abeja reina? ¿Qué sería de él mismo si no daba con un poco de néctar? Sólo necesitaba lo suficiente como para poder volver de regreso a la colmena. Aunque no estaba seguro de que fuera una buena idea. La abeja reina había dictaminado: no vuelvan si no es con comida. Eran tiempos muy difíciles, lo sabía. Pero nunca creyó que llegaran a ese extremo.

Todo había comenzado de forma leve, casi imperceptible. Primero empezaron a secarse las plantas que ocupaban mucha agua, dejando una hierba seca a su paso. Ya por aquel entonces un zángano viejo había hecho un desorden en la colmena, gritando a todo pulmón la inminente extinción de los seres vivos gracias a una fuerza sobrenatural venida de otro lugar, quizá de otro mundo. Nadie le creyó. De hecho, nadie lo siguió cuando….

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