Pensando en actividades literarias e infantiles
Ahora toca hacer
un espacio en este blog para los pequeños de la casa. Yo tengo una sobrina de ocho
años y otra de tres. Desde que nacieron estoy trabajando arduamente para
inculcarles el hábito de la lectura. Sí, desde bebés. Porque soy una persona
que cree fervientemente que los lectores no nacen, se hacen. A mi sobrina, la
mayor, ahora le gusta mucho leer y apenas está en tercero de primaria. Su libro
favorito es Animales fantásticos y dónde
encontrarlos de J. K. Rowling, lo cual me enorgullece porque yo crecí
leyendo a Harry Potter. Cada vez que viene a casa sólo dice “tía, leer” y corre
a por el libro a mi antiguo cuarto que es donde tengo mi biblioteca.
Pensando en ella estuve mucho tiempo tratando de elaborar una estrategia pedagógica para introducirla en el mundo de la literatura con facilidad. Mi alma de profesora de literatura, de los tiempos en que daba clases, se puso a trabajar y pensé que tenía que incluir los colores y algo de dibujo en ello. ¿Pero cómo lograrlo? Sabía que a ella le gustaba la poesía porque en un seis de enero los reyes magos le trajeron Los ripios y adivinanzas del mar de Fernando del Paso, ilustrado por Jonathan Farr y le fascina. Que por cierto es un libro de lo más encantador y lo recomiendo al doscientos por ciento si están buscando algo de buena literatura infantil.
Cómo elaborar un cuadernillo de haikús
Luego pensé que
tal vez le gustaría leer haikús y de inmediato vino a mi mente José Juan
Tablada. Cuando estudié la carrera solían ponérmelo de ejemplo para muchas
cosas y desde entonces me gustaron sus haikús por su simpleza y belleza, el
orientalismo siempre me ha gustado: no por nada tengo una tesis sobre Casa de geishas de Ana María Shua. Fue
así como decidí que le haría un pequeño librito de haikús del libro Un día… poemas sintéticos de José Juan
tablada para que pudiera ella leer un haikú cada cierto tiempo (cuando viniera
a casa, por ejemplo) y le dejaría espacio para que dibujara algo alusivo al
poema. Imprimí los poemas en mi impresora, de forma horizontal, usando solo una
cara de la hoja porque no quería complicarme la vida con el paginado e hice
cuadernillos de cinco hojas que cosí, haciendo seis orificios equidistantes.
Para
coser el cuadernillo, se toma por el lado que después constituirá el lomo del
cuadernillo. Se inserta la aguja en la segunda perforación y luego regresa por
la primera. Para que el nudo no se suelte, se mete la aguja entre las hebras
del nudo y se ajusta. Después se introduce la aguja en la cuarta perforación y se
regresa por la tercera; se ajusta el hilo. Se continúa introduciendo el hilo
por la sexta perforación y se regresa por la quinta. Se ajusta el hilo y luego
se remata. El hilo no debe quedar demasiado tenso ni demasiado flojo, de lo
contrario el cuadernillo puede desbaratarse o romperse.
Se cosen todos los cuadernillos, se alinean y se juntan para coserse entre ellos. Luego con pegamento blanco se pegan y se les pone una portada que puede ser del material deseado; en mi caso yo le puse una de fomi diamantado para que a la niña de agradara el diseño. A mi sobrina la encantó y, de hecho, hace varias semanas que me ha pedido que le haga otro y no lo he hecho… es uno de mis pendientes, lo ha terminado hace ya bastante tiempo y debería buscarle un nuevo material para que siga explotando su creatividad. Les dejo ahora las imágenes para que se animen a hacer esta actividad.