14 sept 2021

Libro interactivo para niños con haikús

 Pensando en actividades literarias e infantiles

Ahora toca hacer un espacio en este blog para los pequeños de la casa. Yo tengo una sobrina de ocho años y otra de tres. Desde que nacieron estoy trabajando arduamente para inculcarles el hábito de la lectura. Sí, desde bebés. Porque soy una persona que cree fervientemente que los lectores no nacen, se hacen. A mi sobrina, la mayor, ahora le gusta mucho leer y apenas está en tercero de primaria. Su libro favorito es Animales fantásticos y dónde encontrarlos de J. K. Rowling, lo cual me enorgullece porque yo crecí leyendo a Harry Potter. Cada vez que viene a casa sólo dice “tía, leer” y corre a por el libro a mi antiguo cuarto que es donde tengo mi biblioteca.

Pensando en ella estuve mucho tiempo tratando de elaborar una estrategia pedagógica para introducirla en el mundo de la literatura con facilidad. Mi alma de profesora de literatura, de los tiempos en que daba clases, se puso a trabajar y pensé que tenía que incluir los colores y algo de dibujo en ello. ¿Pero cómo lograrlo? Sabía que a ella le gustaba la poesía porque en un seis de enero los reyes magos le trajeron Los ripios y adivinanzas del mar de Fernando del Paso, ilustrado por Jonathan Farr y le fascina. Que por cierto es un libro de lo más encantador y lo recomiendo al doscientos por ciento si están buscando algo de buena literatura infantil.

Cómo elaborar un cuadernillo de haikús

Luego pensé que tal vez le gustaría leer haikús y de inmediato vino a mi mente José Juan Tablada. Cuando estudié la carrera solían ponérmelo de ejemplo para muchas cosas y desde entonces me gustaron sus haikús por su simpleza y belleza, el orientalismo siempre me ha gustado: no por nada tengo una tesis sobre Casa de geishas de Ana María Shua. Fue así como decidí que le haría un pequeño librito de haikús del libro Un día… poemas sintéticos de José Juan tablada para que pudiera ella leer un haikú cada cierto tiempo (cuando viniera a casa, por ejemplo) y le dejaría espacio para que dibujara algo alusivo al poema. Imprimí los poemas en mi impresora, de forma horizontal, usando solo una cara de la hoja porque no quería complicarme la vida con el paginado e hice cuadernillos de cinco hojas que cosí, haciendo seis orificios equidistantes.

Para coser el cuadernillo, se toma por el lado que después constituirá el lomo del cuadernillo. Se inserta la aguja en la segunda perforación y luego regresa por la primera. Para que el nudo no se suelte, se mete la aguja entre las hebras del nudo y se ajusta. Después se introduce la aguja en la cuarta perforación y se regresa por la tercera; se ajusta el hilo. Se continúa introduciendo el hilo por la sexta perforación y se regresa por la quinta. Se ajusta el hilo y luego se remata. El hilo no debe quedar demasiado tenso ni demasiado flojo, de lo contrario el cuadernillo puede desbaratarse o romperse.

Se cosen todos los cuadernillos, se alinean y se juntan para coserse entre ellos. Luego con pegamento blanco se pegan y se les pone una portada que puede ser del material deseado; en mi caso yo le puse una de fomi diamantado para que a la niña de agradara el diseño. A mi sobrina la encantó y, de hecho, hace varias semanas que me ha pedido que le haga otro y no lo he hecho… es uno de mis pendientes, lo ha terminado hace ya bastante tiempo y debería buscarle un nuevo material para que siga explotando su creatividad. Les dejo ahora las imágenes para que se animen a hacer esta actividad.

El producto terminado


Portada libro interactivo de haikús

Haikú La pajarera


Haikú Los zopilotes


11 sept 2021

Un libro ilustrado para cada día

Siempre es importante tener a la mano libros para leer, sobre todo a para nuestros niños. Hoy voy a recomendarles en el espacio de la reseña del libro del mes un libro de Kęstutis Kasparavičius titulado Cosas que pasan cada día, un texto de literatura infantil que ha atrapado a mi sobrina por su forma original de desarrollar sus pequeños cuentos. Para ella, este libro ha significado mucho desde que llegó a sus manos a través de los Reyes magos y aunque no sé si ha reflexionado sobre la forma en que el libro es ahora suyo yo si me pregunto cómo sería si fuera otro y no éste el libro que tiene con ella.

Los libros llegan a nuestras manos de forma cotidiana, conforme las cosas pasan, cada día. Es curioso como eventos de todo tipo nos encaminan hacía un texto u otro. Por ejemplo, el otro día, leí en Facebook sobre José Rubén Romero y me enteré de un dato que yo desconocía: tuvo una tienda muy conocida aquí en mi ciudad, Tacámbaro, la tienda “La fama”. Pero eso no fue todo. Al parecer en uno de sus libros escribió un sobre dicha tienda y aunque he buscado la novela por cielo, mar y tierra me ha sido imposible conseguirla. Sé que hay una película al respecto, pero no quiero verla hasta no haber leído el libro. Aún me quedan las librerías de viejo para buscar el libro.

Así, con estos pequeños detalles que van sucediendo a lo largo de nuestros días los libros se nos presentan. Es increíble como una anécdota se antepone como carta de presentación para que nos anime a leer. Por eso cuando alguien me dice que no le gusta leer me sorprende ver que no ha sido introducido adecuadamente a los libros porque, desde mi perspectiva, una persona a la que se le ha enseñado a leer de la forma adecuada, siempre leerá y es algo que no me canso de decir. Hoy quiero hablar de un libro que incluso en su nombre habla de esos pequeños detalles cotidianos, se trata, como ya mencione, de Cosas que pasan cada día.

Sí es posible formar lectores

Retomando lo que mencionaba arriba, he decir que no concibo del todo a alguien que no le guste la lectura sin que le hayan inculcado el hábito y es que este libro de la editorial Thule es un libro que he tenido que pedir prestado a mi sobrina para poder hacer esta reseña y como he tardado un poco en ponerme al teclado ya he recibido un par de amonestaciones por parte de mi sobrina debido a que lo quiere de vuelta para leer, con justa razón. Aquí se demuestra que ella, una niña de ocho años, ama la lectura. Trabajo ha costado que esto sea así, por su puesto, pero para aquellos padres de familia consternados por el futuro de sus hijos yo les aseguro que es posible hacer niños lectores que se convertirán en adulos asiduos a la lectura. Es cosa de constancia y dedicación. Si les interesa saber más sobre este libro, acompáñenme en esta entrada hasta el final porque les voy a hablar sobre mis impresiones en esta recomendación del libro del mes.

Un escritor que ilustra

El autor es Kęstutis Kasparavičius (complicado de pronunciar, ¿verdad?), un diseñador gráfico de Lituania que tiene en su haber más de cuarenta libros para niños y varios premios  como el Golden Pen de Belgrado (1990) y el de Ilustrador del año en la Feria del libro infantil de Bolonia (1993). Por ello, no es de extrañar que el mismo sea el ilustrador y escritor de este libro. Algo que me llamó la atención al respecto mientras leía algunos cuentos con mi sobrina es que ella reparó en la firma del autor en las ilustraciones, al notar que era la misma en cada dibujo se puso a buscar atentamente la firma en cada dibujo y le entusiasmó ver que aparecía en cada una de ellas. No ha descubierto el significado de ello, pero le encanta verla en cada página.

Interacción a la distancia

Por otro lado, las ilustraciones son muy llamativas, originales e ingeniosas. Suelen presentar objetos que normalmente son inanimados con características humanas, siempre acordes al contenido del texto. Me agrada que los pasajes son también breves, de acuerdo a la edad del público a la que está dirigida, pero que se puede catalogar sin problema como un pequeño cuento con una unidad temática por sí sola. Los personajes son siempre amigables, accesibles para los niños, reforzados siempre por los dibujos que los acompañan; a mi sobrina siempre le causan risa los acontecimientos que van pasando y suele mostrarme las imágenes aun cuando leemos a través de una video llamada.

Dónde conseguir el libro

El libro es de buen tamaño con ochenta páginas de contenido y un buen papel. Para el tiempo que mi sobrina tiene con el me parece que es resistente a todo el trajín que le ha dado, incluyendo el maltrato que su hermana menor le da. En México se puede conseguir en https://www.edicionestecolote.com/ por $289 pesos, un precio razonable si se toma en cuenta la calidad del libro y su contenido. Claro, hay que pagar gastos de envío a parte. Pero si estás atento a la página hay ocasiones en las que te ofrecen descuentos de temporada y es conveniente hacer la compra en ese momento. Personalmente recomiendo buscar libros en esa tienda virtual porque no solo hay ese de buena calidad, sino que pueden encontrar muchos más que son realmente interesantes.

Reflexiones finales

Para finalizar les voy a dejar unas imágenes del libro, siempre recomendándoles este texto para sus niños y para algunos grandes, ¿por qué no? Pienso que una edad adecuada es entre siete y nueve años, todo depende del nivel de lectura que ellos tengan, claro está. Este es un buen momento para ir pensando en los regalos de navidad, o incluso de Reyes. Ya saben, hagan su cochinito que nunca es pronto para ahorrar y, la verdad, soy de la opinión que es mejor regalar libros porque los juguetes todos se los compran a los niños. Pero si eres un tío o tía consentidora como yo, puedes ser el tío original que regala libros. Es verdad que los niños se van primero a los juguetes. Pero después vuelven a por el libro, yo lo sé. En el futuro eso es lo que de verdad les servirá. Además, es un buen pretexto para sentarte con ellos a pasar un buen rato y disfrutarlos, recuerda que no se van a quedar de esa edad por siempre.

Basta de cháchara, veamos las imágenes. Nos leemos en otra entrada.

Portada Cosas que pasan cada día

Ilustración Los zapatos

Texto Los zapatos