22 nov 2021

Fichas interactivas para fomentar la lectura

Otra de mis ideas para el fomento de la lectura fue la creación de unas fichas de gran formato elaboradas por mí. Quería que, a través de la imagen se captara al posible público lector, pues en ese momento me encontraba dando clases de preparatoria y necesitaba atraer a los muchachos a como dé lugar. Me di a la tarea de buscar una serie de textos llamativos, en primer lugar, pues estoy convencida que la palabra escrita debe ser atractiva por sí misma. No debemos llevar a los adolescentes ni a nadie a textos aburridísimos pues no se encuentran preparados para ese tipo de lecturas. De la misma forma que el paladar se educa para los sabores fuertes para soportar la lectura pesada al lector hay que educarlo.

De las imágenes a al texto

Entonces, hay que comenzar con textos ligeros, que sean fáciles de comprender. Pero incluso aquellos textos canónicos que son considerados alta literatura tienen fragmentos jocosos que son sencillos y que cualquiera puede acceder a ellos. Por ello, busqué en mi modesta biblioteca una serie de estos textos que ayudaran a comprender a mis muchachos el valor de la literatura. Además de lo anterior, también realicé una búsqueda de imágenes alusivas a cada de texto o, más bien, fragmento de texto. Tenía en mi selección poesía, cuento y novela. Las imágenes eran de gran tamaño porque quería imprimir en un gran formato, de al menos tamaño carta, para impresionar un poco a los chicos.

La impresión, ante todo

Esto lo hice con toda la intencionalidad: recuerden que dicen que una imagen dice más que mil palabras, ¿pero es esto realmente verdadero? Yo tenía una actividad en mente. Con las imágenes impresas por una cara y el texto en el reverso me dediqué a enmicar cada ficha con mica gruesa, que aunque es más cara, queda un trabajo más profesional y más duradero. Luego me las llevé para el primer día de clase. La idea es entrar como un vendaval con los chavos y causar impresión, sobre todo con aquellos grupos que no te conocen. El impacto es fundamental en esto. Tomé una ficha al azar, la mostré al grupo, generando expectativa y mientras todos observaban, leí con mi mejor voz el texto que estaba en el reverso.

Mientras los chicos observaban, absortos yo tomaba nota mental de cada una de sus reacciones. Después de eso me presenté, claro está y les decía que era la maestra de Literatura. Continuando con la dinámica, les pasaba las fichas a todos, diciéndoles que no podían voltearlas, que debían escoger una, guiados por la imagen. Una vez que todos tenían una les pedía a algunos chavos que me dijeran sus impresiones sobre la imagen y que me comentaran qué esperaban encontrar al reverso, así como si esperaban encontrar algo literario o no. Una vez hecho esto les otorgaba el permiso para voltear la ficha y les daba un tiempo para leer el contenido. Nuevamente había un tiempo para hablar sobre la impresión que les había generado el contenido. Para finalizar la actividad les dejaba de tarea que investigaran sobre el autor y el texto que les había tocado.

Las posibilidades metodológicas

Este material se puede elaborar para materias de Literatura, Taller de Lectura y Redacción, Español o incluso para primaria en el área de español, es cuestión de que busquen lecturas adecuadas y adapten el contenido a la edad. Yo tuve muy buenos resultados a partir de las experiencias con mis alumnos, puesto que ellos se interesaron en la lectura, e incluso les gustaba tanto el material que querían que les regalara las fichas porque les parecían muy bonitas. Es sólo cuestión de buscar material en la red que tenga buena resolución y poner textos que les puedan interesar: sólo ustedes conocen a su grupo y nadie mejor que ustedes para identificar qué necesidades tienen. Yo ahora que no trabajo uso las fichas con mis sobrinas y juegan con ellas, a la par que sin darse cuenta se introducen en la literatura. Les dejo unas imágenes de las fichas que elaboré.


Material didáctico Granada

Material didáctico Soneto

Material didáctico pericos

Material didáctico Resusitarán


5 nov 2021

El estambre mágico del señor Pug o de cómo pasar los días aburridos

 Con un humor de perros

 

Otro libro maravilloso de la literatura infantil es El estambre mágico del señor Pug, de Sebastian Meschenmoser y traducido por Lidia Tirado. Trata de un perro pug que se la pasa molesto porque se enfada al estar en casa aburrido. Vive con una cerdita que es una princesa y tiene una varita mágica que le concede deseos. A lo largo del cuento se va explorando la personalidad cambiante del señor Pug conforme le suceden cosas. Se trata de un libro que es para niños pequeños, de poco texto y gran colorido. Este libro lo encontré previamente en un catálogo de recomendaciones de CONACULTA, si no recuerdo mal, para niños y cuando lo vi en Fondo de Cultura Económica, no dudé en comprarlo.

 

La relación de los niños con los libros

 

Claro que primero lo hojeé un poco: tenía que pasar por un filtro, no es que vaya por la vida comprando todo libro que se me pone en frente, independientemente de las recomendaciones por muy oficiales que sean. Pero debo decir que es un libro que mis sobrinas adoran y más porque ellas tienen una perrita pug, como prueba la foto que les dejaré con el maltrato que ha sufrido el libro por el uso. Aquí debo acotar que como adultos no debemos poner el grito en el cielo por los daños que los libros sufren cuando los niños los manipulan, pues para eso son. Mi sobrina menor ha mutilado, literalmente, varios libros, al grado que opté por comprarle libros de tela aun cuando ya era algo grande para ello. Debemos comprender que los niños son niños, después de todo y están en una etapa de aprendizaje y si no conviven con los libros ¿cómo van a aprender a manejarlos? Ellos necesitan tener su propio material para romperlo, si es necesario, hasta que comprendan su funcionalidad. Hoy en día mi sobrinita pequeña, cuando hago video llamadas a la mayor para que lea, también quiere mostrarme sus libros aunque ella no tenga idea de cómo leer.

 

Una calcomanía, identidad y pertenecia

 

La historia del señor Pug es muy bonita pero no solo eso, sino que enseña a los niños como manejar emociones negativas sin que ellos se den cuenta de ello y a ser proactivos de una forma muy sutil, lo que evidentemente es un gran acierto de parte de Sebastian Meschenmoser. Además recuerdo que en algún lugar leí que él mismo realizó las ilustraciones, lo que hace que el libro tenga una gran concordancia entre texto e imagen. El libro es tan bueno que mis sobrinas han hecho el libro realmente suyo y es evidente en el hecho que en la portada le han pegado una calcomanía. Uno de adulto pensaría que los niños van por ahí pegando estas cosas a diestra y siniestra, pero la realidad es que no es así. Se trata de un objeto personal donde están imprimiendo sus sentimientos, su personalidad y legitimando su pertenencia. Al menos así me lo parece a mí porque de todos los libros que les he regalado es al único al que lo han marcado así y me parece que eso lo hace especial, lo identifica. Por ello les dejó para concluir la imagen del libro en su estado actual.


Portada El estambre mágico del señor Pug