5 nov 2021

El estambre mágico del señor Pug o de cómo pasar los días aburridos

 Con un humor de perros

 

Otro libro maravilloso de la literatura infantil es El estambre mágico del señor Pug, de Sebastian Meschenmoser y traducido por Lidia Tirado. Trata de un perro pug que se la pasa molesto porque se enfada al estar en casa aburrido. Vive con una cerdita que es una princesa y tiene una varita mágica que le concede deseos. A lo largo del cuento se va explorando la personalidad cambiante del señor Pug conforme le suceden cosas. Se trata de un libro que es para niños pequeños, de poco texto y gran colorido. Este libro lo encontré previamente en un catálogo de recomendaciones de CONACULTA, si no recuerdo mal, para niños y cuando lo vi en Fondo de Cultura Económica, no dudé en comprarlo.

 

La relación de los niños con los libros

 

Claro que primero lo hojeé un poco: tenía que pasar por un filtro, no es que vaya por la vida comprando todo libro que se me pone en frente, independientemente de las recomendaciones por muy oficiales que sean. Pero debo decir que es un libro que mis sobrinas adoran y más porque ellas tienen una perrita pug, como prueba la foto que les dejaré con el maltrato que ha sufrido el libro por el uso. Aquí debo acotar que como adultos no debemos poner el grito en el cielo por los daños que los libros sufren cuando los niños los manipulan, pues para eso son. Mi sobrina menor ha mutilado, literalmente, varios libros, al grado que opté por comprarle libros de tela aun cuando ya era algo grande para ello. Debemos comprender que los niños son niños, después de todo y están en una etapa de aprendizaje y si no conviven con los libros ¿cómo van a aprender a manejarlos? Ellos necesitan tener su propio material para romperlo, si es necesario, hasta que comprendan su funcionalidad. Hoy en día mi sobrinita pequeña, cuando hago video llamadas a la mayor para que lea, también quiere mostrarme sus libros aunque ella no tenga idea de cómo leer.

 

Una calcomanía, identidad y pertenecia

 

La historia del señor Pug es muy bonita pero no solo eso, sino que enseña a los niños como manejar emociones negativas sin que ellos se den cuenta de ello y a ser proactivos de una forma muy sutil, lo que evidentemente es un gran acierto de parte de Sebastian Meschenmoser. Además recuerdo que en algún lugar leí que él mismo realizó las ilustraciones, lo que hace que el libro tenga una gran concordancia entre texto e imagen. El libro es tan bueno que mis sobrinas han hecho el libro realmente suyo y es evidente en el hecho que en la portada le han pegado una calcomanía. Uno de adulto pensaría que los niños van por ahí pegando estas cosas a diestra y siniestra, pero la realidad es que no es así. Se trata de un objeto personal donde están imprimiendo sus sentimientos, su personalidad y legitimando su pertenencia. Al menos así me lo parece a mí porque de todos los libros que les he regalado es al único al que lo han marcado así y me parece que eso lo hace especial, lo identifica. Por ello les dejó para concluir la imagen del libro en su estado actual.


Portada El estambre mágico del señor Pug


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