23 jul 2024
Tarheni, Dulce Recuerdo
10 jul 2024
La evolución de la escritura a través de los tiempos
¿Cuál es el origen de la escritura?
Si alguna vez te has hecho esta pregunta,
déjame decirte que en las siguientes líneas encontrarás un breve recorrido
acerca del origen de la escritura y cómo es que ésta fue evolucionando desde
que era meras marcas en los huesos cuando se hacían bailes rituales en la
antigüedad hasta el lenguaje complejo y evolucionado que tenemos en la
actualidad. Este trabajo es el resumen de las clases de todo un semestre que lleve
en la Facultad de Letras sobre escritura y mis notas, a grandes rasgos, están
aquí.
El principio, las marcas de los huesos
Los orígenes de la escritura ciertamente
no son claros, puesto que este fenómeno es una invención del hombre, pero
curiosamente, al mismo hombre le causaba –y en algunos casos, aún causa–
extrañeza la forma de comunicación que podía tener por medio de la escritura. Al
principio, los humanos usaron muescas en huesos para ir marcando los pasos a
seguir en las danzas que hacían en los tiempos antiguos, es de esta manera que
nuestros antepasados se dieron cuenta de la permanencia de los símbolos en
determinados lugares, contrario al habla –o protolengua– que ya usaban.
Cuando el humano ya tenía
un poco más conciencia de lo que podía realizar con los símbolos, empezó a
crear dibujos en las cavernas, mismos dibujos que aún se desconoce exactamente
qué era lo que trataban de expresar y que son calificados como “arte rupestre”.
Algunos investigadores se han dado a la tarea de profundizar en este tema y han
creado diversas teorías acerca de estas pinturas, pero en general es aceptada
aquella que dice que pintaban para hacerles saber a los demás hombres que se
cruzaran con la pintura la forma en que ellos cazaban, las cantidades de
animales que consumían y qué tipo de animales eran los que perseguían.
Sin embargo, una
controversia entró entre los estudiosos del tema cuando se encontraron dibujos
de lo que se ha denominado “Las manos en negativo”. Estas son las siluetas de
las manos de hombres que eran plasmadas en las paredes de las cavernas al poner
la mano de alguien sobre el muro y espolvorearle después pigmentos para que la
silueta quedara marcada. Lo sorprendente de este hecho es que las manos
presentaban diversas “mutilaciones”. Algunos científicos señalaron como causa
algún mal congénito, pero los más atrevidos dijeron que ésta era la prueba del
lenguaje porque al escoger el hombre prehistórico qué dedos plasmar y que dedos
no para expresar determinadas cosas, estaba haciendo ya uso pleno de sus
capacidades comunicativas.
Pictogramas, ideogramas y fonogramas
Con el paso del tiempo, el hombre fue
creando diversos símbolos para comunicarse, los primeros bien establecidos
fueron los pictogramas, los cuales eran dibujos que representaban un objeto del
mundo, sin embargo, este medio de escritura era muy plano porque no podían
expresarse ideas o sentimientos y por esta razón llegó el ideograma. Los
ideogramas tomaron como base a los pictogramas, pero estos les añadieron
elementos distintivos para expresar más ideas, es decir, el conjunto de
elementos que caracterizaban a un ideograma en particular comunicaban más ideas
y cosas más complejas como los pensamientos.
Después de la evolución
de los pictogramas y de los ideogramas, empezaron a aparecer los fonogramas.
Estos son representaciones gráficas de los sonidos de una lengua. Para cuando
estos elementos empezaron a aparecer, el hombre ya tenía cierto grado de
evolución en general que le permitió no sólo avanzar en cuanto al tipo de
grafía que creaba, si no de los materiales que usaba para plasmar la misma.
En el antiguo Egipto, los
instrumentos clave de la escritura fueron el papiro, la paleta de madera, el cáñamo
y las pastillas de tinta. Uniendo todos estos componentes más agua y un
artesano de la escritura bien instruido, podían generarse bastantes documentos
que eran de gran estima; pero era el escribano quien tenía una tarea ardua por
que existían demasiados elementos que tenía que aprender a escribir e
identificar, quizá es por esto que los escribanos egipcios eran considerados
casi como parte de la nobleza y constituían un grupo muy prestigioso al cual no
cualquiera entraba y entre estas personas estaban contemplados los sacerdotes,
los médicos y los funcionarios del faraón.
El poderío de la escritura
El poder que la escritura empezó a
ostentar en los tiempos faraónicos, pasó a ser más agudo en la edad media.
Muchas personas murieron por lo que decía en un papel sellado por el rey, mismo
papel que a veces estaba sometido a cualquier grado de falsificación. Aunque se
tomaban medidas de seguridad para evitar las copias de los sellos reales, los
cancilleres y diversos funcionarios reales, solían hacerse de estos para su
beneficio. En algunos casos, se dio el abuso del poder usando a la escritura
como respaldo entre los mismos familiares reales.
Afortunadamente, en la
edad media existen otros datos que realzan el poder de la escritura en esos
momentos y no se refieren exclusivamente a las injusticias existentes en todos
los tiempos. Esto es en las crónicas
latinas que relatan la forma en que la monarquía castellano leonesa
interviene en el cambio del rito visigótico en la misa cristiana por el rito
romano y las crónicas de los reyes católicos que tratan sobre la intervención de los reyes
católicos para legislar la forma en que se debe de escribir, la cantidad de
líneas y letras por hoja y de esta forma evitar el abuso de los escribanos.
Del dicho al hecho hay mucho trecho
Haciendo un salto en el tiempo, paremos un
poco en el periodo comprendido entre los siglos XI y XIX. Para estos momentos
la escritura tuvo serios problemas que no han podido erradicarse en la
actualidad. Nos referimos pues a los problemas ortográficos que se han creado a
base de la estabilidad que la escritura presenta contra la cambiante evolución
de lengua hablada. Los ejemplos que más podemos remarcar en estos días son los
siguientes:
·
El uso de la “h”, que fonéticamente no
tiene ningún valor.
·
El uso de la “b” y “v”, que en el caso del
español representan a un mismo fonema.
·
El uso de la “s”, “c” y “z” que suelen
representar al mismo fonema, excepto la “c” que a veces suena como “qu-“.
Todos estos ejemplos, serían obsoletos si
la escritura avanzara con el ritmo que la lengua lo hace, pero es su
estabilidad la que hace que sea atractiva para el hombre. Ya hablando de
tiempos modernos, haremos sólo una breve referencia a los problemas que han
surgido en la escritura con los avances tecnológicos que la ciencia ha tenido.
El primer problema de esto es que los países de habla anglosajona han sido los
que han tenido los recursos y los medios para crear más tecnología y por lo
tanto, han sido estos países los que han creado nuevas palabras que el mundo ha
tenido que aceptar sin objeción al no tener términos equivalentes para las
nuevas creaciones.
Uno de estos inventos es
la computadora, misma que va de la mano con las grandes redes, especialmente el
internet, que es la red comercial más usada del mundo. Los hispanos hemos
tenido varios problemas con el uso de las computadoras en cuanto a lenguaje,
puesto que algunas computadoras presentan formatos en inglés, principalmente y
siendo así muchas veces no podemos usar nuestra ortografía adecuadamente por la
carencia de tildes, vírgulas, diéresis, entre otras cosas.
Pero aun cuando logramos
escribir correctamente y tenemos todas las grafías que necesitamos, suele
suceder que al momento de enviar la información por internet esta llega
distorsionada y prácticamente ilegible a los destinatarios. Esto se debe a que
los programas que una computadora tiene varían de máquina en máquina, y las
actualizaciones que estas tienen, no siempre son las mismas, produciendo
errores de todo tipo.
Y las letras siguen…
Ya para finalizar, observemos que a lo
largo de la historia la escritura ha tenido diversos problemas de todo tipo,
más estos no han influido en gran manera o significativamente como para que su
prestigio disminuya. Pese a todas las dificultades que tiene la escritura y que
podría presentar, creemos que seguirá teniendo un poder “sobrenatural” como lo
pensaban los hombres antiguos debido a su capacidad de permanencia en el
tiempo.