10 dic 2021

Mi pequeña fábrica de cuentos, el mejor libro del mundo

 

Un libro de lo más interesante y que mi sobrina mayor ha definido como el mejor libro del mundo es Mi pequeña fábrica de cuentos. A mi conocimiento llegó por mi amiga Jess cuando me incluyó para hacer una tanda de libros, concepto que creo que debería replicarse mucho más. El libro es de Bruno Gibert y está editado por Thule. Se trata de un libro que más que páginas tiene secciones de páginas; cada una está dividida en cuatro partes que al ser combinadas se pueden obtener nada más y nada menos que 194 481 cuentos diferentes y todo esto a partir de 21 frases que el autor escribió.

Más allá del tradicionalismo

Es un libro de lo más lúdico que invita a la creatividad. A mi sobrina le fascina y ayuda a romper los esquemas de los más grandes. A mi papá, por ejemplo, le resultó todo un reto porque no le cuadraban ciertos cuentos y se negaba a aceptar como posibles ciertas frases porque dentro de su imaginario no eran lógicas. En cambio a mi sobrina la hacen reír sin parar y le gustan muchísimo. Yo también lo disfruto mucho. Ahora por ejemplo he abierto al azar algunas páginas y he encontrado que “en el jardín el monstruo bueno sobrevuela la vitrina del jamón”.  Sencillamente original.

El público ideal

Yo lo recomiendo muchísimo para niños que ya saben leer un poco o que ya saben leer bien, más o menos entre primero y tercero de primaria, como mucho, pero lo idóneo sería segundo año. Así se estaría fomentando su creatividad al máximo pues las oraciones creadas son sencillas pero con unos giros bastante curiosos que harán a los niños pasar largos y valiosos momentos de felicidad. Si buscan un libro entretenido para aquellos que apenas empiezan a leer y que fomente el hábito de la lectura seguro que este es uno de los mejores que pueden comprar. Yo lo compré en Ediciones Tecolote (https://edicionestecolote.com) pero también lo pueden encontrar en Ediciones Thule si son de España (https://thuleediciones.com/es/).

Para finalizar les dejo la portada y uno de los cuentos que se pueden obtener.

Portada Mi pequeña fábrica de cuentos



Cuento de Mi pequeña fábrica de cuentos


22 nov 2021

Fichas interactivas para fomentar la lectura

Otra de mis ideas para el fomento de la lectura fue la creación de unas fichas de gran formato elaboradas por mí. Quería que, a través de la imagen se captara al posible público lector, pues en ese momento me encontraba dando clases de preparatoria y necesitaba atraer a los muchachos a como dé lugar. Me di a la tarea de buscar una serie de textos llamativos, en primer lugar, pues estoy convencida que la palabra escrita debe ser atractiva por sí misma. No debemos llevar a los adolescentes ni a nadie a textos aburridísimos pues no se encuentran preparados para ese tipo de lecturas. De la misma forma que el paladar se educa para los sabores fuertes para soportar la lectura pesada al lector hay que educarlo.

De las imágenes a al texto

Entonces, hay que comenzar con textos ligeros, que sean fáciles de comprender. Pero incluso aquellos textos canónicos que son considerados alta literatura tienen fragmentos jocosos que son sencillos y que cualquiera puede acceder a ellos. Por ello, busqué en mi modesta biblioteca una serie de estos textos que ayudaran a comprender a mis muchachos el valor de la literatura. Además de lo anterior, también realicé una búsqueda de imágenes alusivas a cada de texto o, más bien, fragmento de texto. Tenía en mi selección poesía, cuento y novela. Las imágenes eran de gran tamaño porque quería imprimir en un gran formato, de al menos tamaño carta, para impresionar un poco a los chicos.

La impresión, ante todo

Esto lo hice con toda la intencionalidad: recuerden que dicen que una imagen dice más que mil palabras, ¿pero es esto realmente verdadero? Yo tenía una actividad en mente. Con las imágenes impresas por una cara y el texto en el reverso me dediqué a enmicar cada ficha con mica gruesa, que aunque es más cara, queda un trabajo más profesional y más duradero. Luego me las llevé para el primer día de clase. La idea es entrar como un vendaval con los chavos y causar impresión, sobre todo con aquellos grupos que no te conocen. El impacto es fundamental en esto. Tomé una ficha al azar, la mostré al grupo, generando expectativa y mientras todos observaban, leí con mi mejor voz el texto que estaba en el reverso.

Mientras los chicos observaban, absortos yo tomaba nota mental de cada una de sus reacciones. Después de eso me presenté, claro está y les decía que era la maestra de Literatura. Continuando con la dinámica, les pasaba las fichas a todos, diciéndoles que no podían voltearlas, que debían escoger una, guiados por la imagen. Una vez que todos tenían una les pedía a algunos chavos que me dijeran sus impresiones sobre la imagen y que me comentaran qué esperaban encontrar al reverso, así como si esperaban encontrar algo literario o no. Una vez hecho esto les otorgaba el permiso para voltear la ficha y les daba un tiempo para leer el contenido. Nuevamente había un tiempo para hablar sobre la impresión que les había generado el contenido. Para finalizar la actividad les dejaba de tarea que investigaran sobre el autor y el texto que les había tocado.

Las posibilidades metodológicas

Este material se puede elaborar para materias de Literatura, Taller de Lectura y Redacción, Español o incluso para primaria en el área de español, es cuestión de que busquen lecturas adecuadas y adapten el contenido a la edad. Yo tuve muy buenos resultados a partir de las experiencias con mis alumnos, puesto que ellos se interesaron en la lectura, e incluso les gustaba tanto el material que querían que les regalara las fichas porque les parecían muy bonitas. Es sólo cuestión de buscar material en la red que tenga buena resolución y poner textos que les puedan interesar: sólo ustedes conocen a su grupo y nadie mejor que ustedes para identificar qué necesidades tienen. Yo ahora que no trabajo uso las fichas con mis sobrinas y juegan con ellas, a la par que sin darse cuenta se introducen en la literatura. Les dejo unas imágenes de las fichas que elaboré.


Material didáctico Granada

Material didáctico Soneto

Material didáctico pericos

Material didáctico Resusitarán


5 nov 2021

El estambre mágico del señor Pug o de cómo pasar los días aburridos

 Con un humor de perros

 

Otro libro maravilloso de la literatura infantil es El estambre mágico del señor Pug, de Sebastian Meschenmoser y traducido por Lidia Tirado. Trata de un perro pug que se la pasa molesto porque se enfada al estar en casa aburrido. Vive con una cerdita que es una princesa y tiene una varita mágica que le concede deseos. A lo largo del cuento se va explorando la personalidad cambiante del señor Pug conforme le suceden cosas. Se trata de un libro que es para niños pequeños, de poco texto y gran colorido. Este libro lo encontré previamente en un catálogo de recomendaciones de CONACULTA, si no recuerdo mal, para niños y cuando lo vi en Fondo de Cultura Económica, no dudé en comprarlo.

 

La relación de los niños con los libros

 

Claro que primero lo hojeé un poco: tenía que pasar por un filtro, no es que vaya por la vida comprando todo libro que se me pone en frente, independientemente de las recomendaciones por muy oficiales que sean. Pero debo decir que es un libro que mis sobrinas adoran y más porque ellas tienen una perrita pug, como prueba la foto que les dejaré con el maltrato que ha sufrido el libro por el uso. Aquí debo acotar que como adultos no debemos poner el grito en el cielo por los daños que los libros sufren cuando los niños los manipulan, pues para eso son. Mi sobrina menor ha mutilado, literalmente, varios libros, al grado que opté por comprarle libros de tela aun cuando ya era algo grande para ello. Debemos comprender que los niños son niños, después de todo y están en una etapa de aprendizaje y si no conviven con los libros ¿cómo van a aprender a manejarlos? Ellos necesitan tener su propio material para romperlo, si es necesario, hasta que comprendan su funcionalidad. Hoy en día mi sobrinita pequeña, cuando hago video llamadas a la mayor para que lea, también quiere mostrarme sus libros aunque ella no tenga idea de cómo leer.

 

Una calcomanía, identidad y pertenecia

 

La historia del señor Pug es muy bonita pero no solo eso, sino que enseña a los niños como manejar emociones negativas sin que ellos se den cuenta de ello y a ser proactivos de una forma muy sutil, lo que evidentemente es un gran acierto de parte de Sebastian Meschenmoser. Además recuerdo que en algún lugar leí que él mismo realizó las ilustraciones, lo que hace que el libro tenga una gran concordancia entre texto e imagen. El libro es tan bueno que mis sobrinas han hecho el libro realmente suyo y es evidente en el hecho que en la portada le han pegado una calcomanía. Uno de adulto pensaría que los niños van por ahí pegando estas cosas a diestra y siniestra, pero la realidad es que no es así. Se trata de un objeto personal donde están imprimiendo sus sentimientos, su personalidad y legitimando su pertenencia. Al menos así me lo parece a mí porque de todos los libros que les he regalado es al único al que lo han marcado así y me parece que eso lo hace especial, lo identifica. Por ello les dejó para concluir la imagen del libro en su estado actual.


Portada El estambre mágico del señor Pug


16 oct 2021

Análisis de “El loro pelado” a partir del método de Propp

Loro en rama


Un análisis basado en el formalismo ruso

El siguiente es un trabajo que aborda el cuento “El loro pelado” desde el método estudio de Vladimir Propp. Recuerdo que cuando estudié a los formalistas rusos los sufrí porque me parecían unas estructuras muy cerradas. Ahora, a la distancia –y cuando no debo ver todas las fórmulas–, me parece algo interesante. Éste estudio no cuenta con la fórmula clásica que se suele elaborar a partir de la situación inicial y lo que sucede con los personajes. De hecho, se puede elaborar con la información que presento a lo largo del trabajo. En realidad no recuerdo por qué no la realicé en su momento. Lo que sí se puede encontrar en las líneas que siguen es un par de situaciones iniciales del cuento ya mencionado, la partida, la situación del héroe y cómo es marcado, la forma en que se convierte en héroe víctima; también hablaré de las transgresiones, las tareas y los aliados, entre otras cosas. Sin más, los dejo con el texto.

 

En el libro Cuentos de la Selva de Horacio Quiroga se encuentra el cuento titulado “El loro pelado”, mismo que será nuestro objeto de estudio en el presente trabajo, tomando en cuenta las bases establecidas por Vladimir Propp en su Morfología del cuento. Encontramos que el texto tiene un narrador extradiegético debido a que no participa en la trama.

El cuento ya mencionado narra la historia de un loro centinela que vivía con una banda de loros en el bosque hasta que fue herido y capturado por un hombre, quien lo llevó ante su patrón para que éste se lo diera a sus hijos. Dicho animal se vuelve muy querido por la familia, tanto, que incluso toma el té a las cinco con ellos y cuando desaparece por un tiempo, al ser desplumado por un tigre que se lo quería comer, la familia cree que ha muerto mientras él se esconde en un eucalipto. Este loro, bautizado con el nombre de Pedrito, al regresar cuenta su aventura y es de esta manera que el dueño de la casa y Pedrito van de cacería, matando al tigre que lo dejó sin plumas.

Propp maneja una serie de funciones de los personajes que explica detalladamente en su libro. En “El loro pelado” encontramos varias de estas funciones y la situación inicial que es el principio del cuento. En este caso, tenemos no una, sino dos situaciones iniciales, dado que originalmente el loro era libre, después fue capturado y es a partir de entonces que se desarrolla la acción del cuento. La situación inicial 1 es la siguiente: “Había una vez una banda de loros que vivía en el monte. De mañana temprano iban a comer choclos a la charca, y de tarde comían naranjas. Hacían gran barullo con sus gritos, y tenían siempre un loro de centinela en los árboles más altos para ver si venía alguien” (Quiroga, 2004, 33);  Mientras que la situación inicial 2 es: “Un día un hombre bajó de un tiro a un loro centinela, el que cayó herido y peleó un buen rato antes de dejarse agarrar. El peón lo llevó a la casa, para los hijos del patrón” (Quiroga, 2004, 33).

La partida es la función en la que el héroe se va de su casa; existen dos tipos de partidas: las de los héroes-buscadores y las de los héroes-víctimas. Tomaremos por héroe al loro, siendo este un héroe-víctima al ser atacado por el tigre. La partida ocurre de la siguiente manera: “[…]sucedió que una tarde de lluvia salió por fin el sol después de cinco días de temporal, y Pedrito se puso a volar gritando […] y volaba lejos, hasta que vio debajo de él, muy abajo, el río Paraná, que parecía una lejana y ancha cinta blanca. Y siguió, siguió, siguió volando, hasta que se asentó por fin en un árbol a descansar” (Quiroga, 2004, 34-35). En el siguiente párrafo comprobaremos a Pedrito como héroe-víctima.

Un actante importante pero contrario al héroe es el antagonista, según Propp “su papel es turbar la paz de la familia feliz, provocar alguna desgracia, perjudicar o causar un daño” (Propp, 2008, 40) y esto queda más que claro en el siguiente pasaje: “pero el tigre se puso furioso porque creyó que el loro se reía de él, y demás, como tenía a su vez hambre se quiso comer al pájaro hablador” (Quiroga, 2004, 36). Una de las funciones del antagonista –el tigre– es engañar a su víctima: “el tigre no era sordo; lo que quería era que Pedrito se acercara mucho para agarrarlo de un zarpazo” (Quiroga, 2004, 36). Seguida de la función del engaño por parte del antagonista, se encuentra la función de la víctima, el dejarse engañar involuntariamente y así ayudar al enemigo, tal como se presenta en el cuento: “pero el loro no pensaba sino en el gusto que tendrían en la casa cuando él se presentara a tomar té con aquel magnífico amigo. Y voló hasta otra rama más cerca del suelo (…) El pobre loro se acercó aún más, y en ese momento el tigre dio un terrible salto, tan alto como una casa, y alcanzó con la punta de las uñas a Pedrito” (Quiroga, 2004, 36).

Además de engañar a la víctima, el antagonista tiene como función hacer daño – algunas veces es daño corporal–, en este caso al héroe. Al mismo tiempo ocurre otra función respecto al héroe, escapar de la persecución al no dejarse devorar por el antagonista: “no alcanzó a matarlo, pero le arrancó todas las plumas del lomo y la cola entera. No le quedó ni una sola pluma en la cola (…) El loro, gritando de dolor y de miedo, se fue volando” (Quiroga, 2004, 36-37).

Al momento que el tigre le quita todas las plumas al loro se cumple otra función, desencadenando otras más. Esta función es la de marcar al héroe; la marca es aplicada en el cuerpo de Pedrito: “[…] todos los pájaros que lo encontraban se alejaban asustados de aquel bicho raro. Por fin pudo llegar a la casa, y lo primero que hizo fue mirarse en el espejo de la cocinera. ¡Pobre Pedrito! Era el pájaro más raro y más feo que puede darse, todo pelado, todo rabón y temblando de frío” (Quiroga, 2004, 37).

La ausencia es otra función de la Morfología del Cuento de Propp que aparece en este cuento; cuando Pedrito se refugia en un eucalipto, se convierte en una ausencia por asuntos personales, al no querer que nadie lo vea sin plumas: “¿Cómo iba a presentarse en el comedor, con esa figura? Voló entonces hasta el hueco que había en el tronco de un eucalipto y que era como una cueva, y se escondió en el fondo, tiritando de frío y de vergüenza” (Quiroga, 2004, 37). También es una llegada del héroe de incognito a su casa: “–¿Dónde estará Pedrito? –decían. Y llamaban –: ¡Pedrito! ¡Rica papa, Pedrito! (…) Pero Pedrito no se movía de su cueva, ni respondía nada, mudo y quieto. Lo buscaron por todas partes, pero el loro no apareció. Todos creyeron entonces que Pedrito había muerto” (Quiroga, 2004, 37-38). Y además hay un regreso de la partida que hace el loro el día que sale el sol tras varios días de lluvia.

Gracias a la marca que se le hace al héroe, es que se le identifica a este, dando a lugar a la función de reconocimiento del héroe, como se muestra a continuación: “un día, o una tarde, la familia sentada a la mesa a la hora del té vio entrar a Pedrito muy tranquilo balanceándose como si nada hubiera pasado. Todos se querían morir, morir de gusto cuando lo vieron bien vivo y con lindísimas plumas. –¡Pedrito, lorito! –le decían–. ¡Qué te paso, Pedrito! ¡Qué plumas brillantes que tiene el lorito!” (Quiroga, 2004, 38). A esta función se le puede aunar la función denominada adquisición de una nueva apariencia dado que al loro le crecieron otras plumas: “pero no sabían que eran plumas nuevas, y Pedrito, muy serio, no decía tampoco una palabra” (Quiroga, 2004, 38).

Una manera fácil y rápida de identificar al héroe es por medio de una tarea difícil que generalmente le es encomendada a este actante; cuando un actante le ayuda al héroe en determinadas funciones recibe el nombre de aliado. En nuestro caso, tenemos identificados al héroe por su tarea difícil (el loro), a la tarea misma (distraer al tigre) y al aliado (el hombre) como se muestra a continuación:

[…] el dueño de la casa se sorprendió mucho cuando a la mañana siguiente el loro fue volando a pararse en su hombro, charlando como un loco. En dos minutos le contó lo que había pasado: Un paseo al Paraguay, su encuentro con el tigre, y lo demás […] Y lo invitó a ir a cazar al tigre entre los dos […] Convinieron en que cuando Pedrito viera al tigre, lo distraería charlando, para que el hombre pudiera acerarse despacito con la escopeta (Quiroga, 2004, 38-39).

Cuando la tarea se lleva a cabo, la función se convierte en tarea cumplida: “Y así pasó. El loro, sentado en una rama del árbol, charlaba y charlaba, mirando al mismo tiempo a todos lados, para ver si veía al tigre. Y por fin sintió un ruido de ramas partidas, y vio de repente debajo del árbol dos luces verdes fijas en él: eran los ojos del tigre (…) El loro voló a otra rama más próxima, siempre charlando” (Quiroga, 2004, 39-40).

Una vez que se cumple la tarea difícil, en este caso distraer al tigre, el aliado lleva a cabo dos funciones en una sola acción –castigar y vencer al antagonista–: “En ese mismo instante el hombre, que tenía el cañón de la escopeta recostado contra un trono para hacer bien la puntería, apretó el gatillo, y nueve balines del tamaño de un garbanzo cada uno entraron como un rayo en el corazón del tigre, que lanzando un bramido que hizo temblar el monte entero, cayó muerto.” (Quiroga, 2004, 40-42).

En este punto se acaba el cuento con la situación final, presentada por Horacio Quiroga así: “vivieron en adelante muy contentos. Pero el loro no se olvidaba de lo que le había hecho el tigre, y todas las tardes, cuanto entraba en el comedor para tomar el té se acercaba siempre a la piel del tigre, tendida delante de la estufa, y lo invitaba a tomar té con leche” (Quiroga, 2004, 42). Pese a lo anterior, cabe mencionar un par de funciones que no son ubicadas fácilmente en el cuento por ser relativamente abstractas. Nos referimos a las prohibiciones y las transgresiones de dichas prohibiciones.

La prohibición no expresada en “El loro pelado” es ir nuevamente al bosque, ya sea por que quiera regresar a la banda de loros a la que pertenecía o porque algo malo puede sucederle. Al no ser cumplida esta prohibición, ocurre la primera transgresión; la segunda ocurre cuando el loro se acerca de más tigre, estando ésta segunda transgresión un poco más explícita: “el loro se había olvidado de que los bichos del monte no toman té con leche, y por esto le convidó al tigre” (Quiroga, 2004, 36).

A parte de las prohibiciones y las transgresiones, es pertinente mencionar que hay otra partida y por lo tanto otro regreso: los momentos en que Pedrito y el hombre salen a buscar al tigre para matarlo y cuando regresan con la piel del felino muerto. Para concluir hemos de decir que el método de Propp presenta partes que son de grata ayuda para estructurar adecuadamente los cuentos fantásticos, para los cuales se creó Morfología del Cuento. Sin embargo, debemos de señalar también que este tipo de análisis suele ser tedioso debido a la “roboticidad” a la que se ve sometido el investigador y el lector. Además de encontrar el problema de no ser adaptable este método a todo tipo de cuentos.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

Propp, Vladimir (2008). Morfología del cuento. Colofón [1928].

Quiroga, Horacio (2004). Cuentos de la Selva. Época [1918].

 

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7 oct 2021

La sentencia de la Abeja

Este pequeño cuento que más bien catalogo como microrrelato me fue muy divertido de escribir. Me imaginaba a mí misma volando en todas direcciones, zumbando sin parar. Lo que ya no era tan divertido era la preocupación del animalito. Ojalá lo disfruten tanto como yo al escribirlo.


Abeja en rama

Abeja

 

Volar. VOLAR. ¡VOLAR!

Volar… y no encontrar absolutamente nada. De arriba para abajo, de izquierda a derecha, en línea recta y círculos, haciendo ondas, en espiral… y nada. Ni una planta, arbusto o flor. ¿Qué comerían las larvas, la abeja reina? ¿Qué sería de él mismo si no daba con un poco de néctar? Sólo necesitaba lo suficiente como para poder volver de regreso a la colmena. Aunque no estaba seguro de que fuera una buena idea. La abeja reina había dictaminado: no vuelvan si no es con comida. Eran tiempos muy difíciles, lo sabía. Pero nunca creyó que llegaran a ese extremo.

Todo había comenzado de forma leve, casi imperceptible. Primero empezaron a secarse las plantas que ocupaban mucha agua, dejando una hierba seca a su paso. Ya por aquel entonces un zángano viejo había hecho un desorden en la colmena, gritando a todo pulmón la inminente extinción de los seres vivos gracias a una fuerza sobrenatural venida de otro lugar, quizá de otro mundo. Nadie le creyó. De hecho, nadie lo siguió cuando….

14 sept 2021

Libro interactivo para niños con haikús

 Pensando en actividades literarias e infantiles

Ahora toca hacer un espacio en este blog para los pequeños de la casa. Yo tengo una sobrina de ocho años y otra de tres. Desde que nacieron estoy trabajando arduamente para inculcarles el hábito de la lectura. Sí, desde bebés. Porque soy una persona que cree fervientemente que los lectores no nacen, se hacen. A mi sobrina, la mayor, ahora le gusta mucho leer y apenas está en tercero de primaria. Su libro favorito es Animales fantásticos y dónde encontrarlos de J. K. Rowling, lo cual me enorgullece porque yo crecí leyendo a Harry Potter. Cada vez que viene a casa sólo dice “tía, leer” y corre a por el libro a mi antiguo cuarto que es donde tengo mi biblioteca.

Pensando en ella estuve mucho tiempo tratando de elaborar una estrategia pedagógica para introducirla en el mundo de la literatura con facilidad. Mi alma de profesora de literatura, de los tiempos en que daba clases, se puso a trabajar y pensé que tenía que incluir los colores y algo de dibujo en ello. ¿Pero cómo lograrlo? Sabía que a ella le gustaba la poesía porque en un seis de enero los reyes magos le trajeron Los ripios y adivinanzas del mar de Fernando del Paso, ilustrado por Jonathan Farr y le fascina. Que por cierto es un libro de lo más encantador y lo recomiendo al doscientos por ciento si están buscando algo de buena literatura infantil.

Cómo elaborar un cuadernillo de haikús

Luego pensé que tal vez le gustaría leer haikús y de inmediato vino a mi mente José Juan Tablada. Cuando estudié la carrera solían ponérmelo de ejemplo para muchas cosas y desde entonces me gustaron sus haikús por su simpleza y belleza, el orientalismo siempre me ha gustado: no por nada tengo una tesis sobre Casa de geishas de Ana María Shua. Fue así como decidí que le haría un pequeño librito de haikús del libro Un día… poemas sintéticos de José Juan tablada para que pudiera ella leer un haikú cada cierto tiempo (cuando viniera a casa, por ejemplo) y le dejaría espacio para que dibujara algo alusivo al poema. Imprimí los poemas en mi impresora, de forma horizontal, usando solo una cara de la hoja porque no quería complicarme la vida con el paginado e hice cuadernillos de cinco hojas que cosí, haciendo seis orificios equidistantes.

Para coser el cuadernillo, se toma por el lado que después constituirá el lomo del cuadernillo. Se inserta la aguja en la segunda perforación y luego regresa por la primera. Para que el nudo no se suelte, se mete la aguja entre las hebras del nudo y se ajusta. Después se introduce la aguja en la cuarta perforación y se regresa por la tercera; se ajusta el hilo. Se continúa introduciendo el hilo por la sexta perforación y se regresa por la quinta. Se ajusta el hilo y luego se remata. El hilo no debe quedar demasiado tenso ni demasiado flojo, de lo contrario el cuadernillo puede desbaratarse o romperse.

Se cosen todos los cuadernillos, se alinean y se juntan para coserse entre ellos. Luego con pegamento blanco se pegan y se les pone una portada que puede ser del material deseado; en mi caso yo le puse una de fomi diamantado para que a la niña de agradara el diseño. A mi sobrina la encantó y, de hecho, hace varias semanas que me ha pedido que le haga otro y no lo he hecho… es uno de mis pendientes, lo ha terminado hace ya bastante tiempo y debería buscarle un nuevo material para que siga explotando su creatividad. Les dejo ahora las imágenes para que se animen a hacer esta actividad.

El producto terminado


Portada libro interactivo de haikús

Haikú La pajarera


Haikú Los zopilotes


11 sept 2021

Un libro ilustrado para cada día

Siempre es importante tener a la mano libros para leer, sobre todo a para nuestros niños. Hoy voy a recomendarles en el espacio de la reseña del libro del mes un libro de Kęstutis Kasparavičius titulado Cosas que pasan cada día, un texto de literatura infantil que ha atrapado a mi sobrina por su forma original de desarrollar sus pequeños cuentos. Para ella, este libro ha significado mucho desde que llegó a sus manos a través de los Reyes magos y aunque no sé si ha reflexionado sobre la forma en que el libro es ahora suyo yo si me pregunto cómo sería si fuera otro y no éste el libro que tiene con ella.

Los libros llegan a nuestras manos de forma cotidiana, conforme las cosas pasan, cada día. Es curioso como eventos de todo tipo nos encaminan hacía un texto u otro. Por ejemplo, el otro día, leí en Facebook sobre José Rubén Romero y me enteré de un dato que yo desconocía: tuvo una tienda muy conocida aquí en mi ciudad, Tacámbaro, la tienda “La fama”. Pero eso no fue todo. Al parecer en uno de sus libros escribió un sobre dicha tienda y aunque he buscado la novela por cielo, mar y tierra me ha sido imposible conseguirla. Sé que hay una película al respecto, pero no quiero verla hasta no haber leído el libro. Aún me quedan las librerías de viejo para buscar el libro.

Así, con estos pequeños detalles que van sucediendo a lo largo de nuestros días los libros se nos presentan. Es increíble como una anécdota se antepone como carta de presentación para que nos anime a leer. Por eso cuando alguien me dice que no le gusta leer me sorprende ver que no ha sido introducido adecuadamente a los libros porque, desde mi perspectiva, una persona a la que se le ha enseñado a leer de la forma adecuada, siempre leerá y es algo que no me canso de decir. Hoy quiero hablar de un libro que incluso en su nombre habla de esos pequeños detalles cotidianos, se trata, como ya mencione, de Cosas que pasan cada día.

Sí es posible formar lectores

Retomando lo que mencionaba arriba, he decir que no concibo del todo a alguien que no le guste la lectura sin que le hayan inculcado el hábito y es que este libro de la editorial Thule es un libro que he tenido que pedir prestado a mi sobrina para poder hacer esta reseña y como he tardado un poco en ponerme al teclado ya he recibido un par de amonestaciones por parte de mi sobrina debido a que lo quiere de vuelta para leer, con justa razón. Aquí se demuestra que ella, una niña de ocho años, ama la lectura. Trabajo ha costado que esto sea así, por su puesto, pero para aquellos padres de familia consternados por el futuro de sus hijos yo les aseguro que es posible hacer niños lectores que se convertirán en adulos asiduos a la lectura. Es cosa de constancia y dedicación. Si les interesa saber más sobre este libro, acompáñenme en esta entrada hasta el final porque les voy a hablar sobre mis impresiones en esta recomendación del libro del mes.

Un escritor que ilustra

El autor es Kęstutis Kasparavičius (complicado de pronunciar, ¿verdad?), un diseñador gráfico de Lituania que tiene en su haber más de cuarenta libros para niños y varios premios  como el Golden Pen de Belgrado (1990) y el de Ilustrador del año en la Feria del libro infantil de Bolonia (1993). Por ello, no es de extrañar que el mismo sea el ilustrador y escritor de este libro. Algo que me llamó la atención al respecto mientras leía algunos cuentos con mi sobrina es que ella reparó en la firma del autor en las ilustraciones, al notar que era la misma en cada dibujo se puso a buscar atentamente la firma en cada dibujo y le entusiasmó ver que aparecía en cada una de ellas. No ha descubierto el significado de ello, pero le encanta verla en cada página.

Interacción a la distancia

Por otro lado, las ilustraciones son muy llamativas, originales e ingeniosas. Suelen presentar objetos que normalmente son inanimados con características humanas, siempre acordes al contenido del texto. Me agrada que los pasajes son también breves, de acuerdo a la edad del público a la que está dirigida, pero que se puede catalogar sin problema como un pequeño cuento con una unidad temática por sí sola. Los personajes son siempre amigables, accesibles para los niños, reforzados siempre por los dibujos que los acompañan; a mi sobrina siempre le causan risa los acontecimientos que van pasando y suele mostrarme las imágenes aun cuando leemos a través de una video llamada.

Dónde conseguir el libro

El libro es de buen tamaño con ochenta páginas de contenido y un buen papel. Para el tiempo que mi sobrina tiene con el me parece que es resistente a todo el trajín que le ha dado, incluyendo el maltrato que su hermana menor le da. En México se puede conseguir en https://www.edicionestecolote.com/ por $289 pesos, un precio razonable si se toma en cuenta la calidad del libro y su contenido. Claro, hay que pagar gastos de envío a parte. Pero si estás atento a la página hay ocasiones en las que te ofrecen descuentos de temporada y es conveniente hacer la compra en ese momento. Personalmente recomiendo buscar libros en esa tienda virtual porque no solo hay ese de buena calidad, sino que pueden encontrar muchos más que son realmente interesantes.

Reflexiones finales

Para finalizar les voy a dejar unas imágenes del libro, siempre recomendándoles este texto para sus niños y para algunos grandes, ¿por qué no? Pienso que una edad adecuada es entre siete y nueve años, todo depende del nivel de lectura que ellos tengan, claro está. Este es un buen momento para ir pensando en los regalos de navidad, o incluso de Reyes. Ya saben, hagan su cochinito que nunca es pronto para ahorrar y, la verdad, soy de la opinión que es mejor regalar libros porque los juguetes todos se los compran a los niños. Pero si eres un tío o tía consentidora como yo, puedes ser el tío original que regala libros. Es verdad que los niños se van primero a los juguetes. Pero después vuelven a por el libro, yo lo sé. En el futuro eso es lo que de verdad les servirá. Además, es un buen pretexto para sentarte con ellos a pasar un buen rato y disfrutarlos, recuerda que no se van a quedar de esa edad por siempre.

Basta de cháchara, veamos las imágenes. Nos leemos en otra entrada.

Portada Cosas que pasan cada día

Ilustración Los zapatos

Texto Los zapatos


21 ago 2021

La homilía de los funcionarios

Emitiendo voto


Hace algunos días fue la consulta ciudadana y recordé lo que viví hace ya varias semanas en las elecciones. A propósito de ese tema, escribí lo siguiente.

¿Funcionario yo? No, gracias.

Hoy en día nadie quiere ser funcionario de casilla. Lo sé porque en estas últimas elecciones me tocó ser funcionaria y era algo que, si he de ser sincera, esperaba con mucho ánimo desde hace mucho tiempo. Les parecerá raro a muchas personas porque es un proceso largo y cansado, pero es la verdad. Siempre quise saber de primera mano cómo es que se realizaba todo el rollo del conteo de los votos y todo lo relacionado con las elecciones. Me parecía que era algo complicado, sí; sin embargo, no me imaginaba ni por asomo lo complicado que es. Ahora entiendo por qué nadie quiere ser funcionario de casilla. Es algo tan engorroso que pienso que no vale la pena la compensación tan esmirriada que dan en comparación con el trabajo arduo que los ciudadanos realizan.

Y es que se les pide a las personas que estén desde las siete treinta de la mañana hasta que los paquetes electorales sean entregados, lo que en mi caso fue a la una y treinta de la mañana del día siguiente. Es decir, estuve dieciocho horas en funciones. He de decir que se me dio el desayuno y la comida, pero cabe aclarar que consistió en un jugo a las diez de la mañana, un pan a la una de la tarde y unas corundas a eso de las cuatro. Con eso, la verdad es que no se puede. Si no fuera porque yo había desayunado en casa y porque llevaba un par de sándwiches en mi mochila, no habría sobrevivido. Además que a las diez de la noche ya no podía con el hambre. Imagínense cómo me sentía en la madrugada.

Falta de civismo en México

Si sumamos a esto los malos tratos que mucha gente le da a los funcionarios de casilla es comprensible que cuando los capacitadores visitan a los seleccionados del sorteo éstos se nieguen a aceptar lo que yo considero una responsabilidad para con el país. Ser funcionario de casilla es parte de la ética y la moral cívica que como ciudadanos debemos cumplir. Pero desgraciadamente en México tenemos muy poca o básicamente nula conciencia del civismo. En la escuela tenemos una materia en la primaria sobre cívica y ética. Sin embargo, es en casa donde debe fomentarse este amor a la patria. Si nuestra familia no nos enseña a tener respeto por el país y todo lo que esto conlleva, ¿cómo va a florecer el germen de este valor? Los ciudadanos no se forjan por sí solos, deben tener un bagaje cultural y para ello hay que instruirlos en todos los ámbitos, pero especialmente en el desarrollo de habilidades que les permitan ser buenas personas comprometidas con su país.

El hecho de que como personas decidamos no ser funcionarios por malos tratos, porque es muy pesado o porque nos falta la conciencia cívica para aceptar el cargo no es todo el problema. También hay que reconocer que los votantes no tienen la conciencia cívica de ver toda la labor que los funcionarios están llevando a cabo y es algo que debo admitir que no había caído en cuenta hasta que me tocó a mí realizar la tarea. Es tan pesado y tan largo el trabajo que todos deberíamos hacer un examen de conciencia y aceptar que esas personas están trabajando para el pueblo pero que además es un trabajo que no es reconocido y que aunque se les entrega una compensación no es suficiente lo que se les entrega.

En mi casilla una de las funcionarias que estuvo conmigo era una mujer casada y estuvo desesperada en la recta final porque su marido estuvo llamándola de forma insistente, amenazándola con divorcio (no sé si verídico o no) si no aparecía pronto. Para mi desgracia, yo me había quedado con el cargo de presidenta de casilla y no podía dejarla marcharse hasta que el proceso se terminara, pues tenían que contarse los votos y firmarse todas las actas. Ella estaba tan molesta que afirmó que jamás volvería a participar en una elección, ni a ser funcionaria. Para el colmo parecía ser que era la primera vez que votaba. Casos como estos hacen que me ponga a reflexionar si realmente vale la pena un sistema de conteo de votos como el que actualmente tenemos.

Sistema de votación obsoleto

Después de observar detenidamente todo lo que aconteció el día de la votación y tras dejar pasar un tiempo de reflexión he llegado a la conclusión que tenemos un sistema de votación totalmente obsoleto. La forma en que se cuentan los votos puede hacer muy sencillo que se traspapelen los datos, que se pierda uno o varios votos, que se metan las boletas en un lugar equivocado. El INE manda una cantidad exorbitante de bolsas donde hay que poner y separar los votos, de tal forma que en lugar de tener todo ordenado es más fácil confundirse respecto a lo que estás haciendo. De igual forma, la documentación que tienes que llenar es un verdadero lío. Pareciera que está diseñada para que te equivoques a la hora del llenado.

Cuando vino la capacitadora a decirme que había sido seleccionada para ser funcionaria me alegre y me preocupe al mismo tiempo. Me había tocado ser primer secretaria. Es un cargo que nadie quiere porque se trata de llenar la documentación. Sin embargo en la práctica me tocó ser presidenta porque el día de las elecciones renunció la presidenta. La verdad no sé si me alegra o no que hubiera sucedido de esa forma ya que en esas condiciones me tocó hacer menos papeleo pero tuve más responsabilidades. Fue un caos. Descubrí que aunque sistematices todo, no sirve de mucho en muchas ocasiones porque surgen imprevistos y hay cosas para las que no se está preparado.

Es evidente que el error humano está presente en todos lados y eso hace que crea firmemente que este sistema de votación debe ser abolido lo más pronto posible. Además, si en una sola casilla se pueden traspapelar muchos votos, como era el caso de la casilla contigua que era la casilla vecina (yo estaba en la básica) y donde estaban atorados en el conteo de los votos porque les faltaban votos, me pregunto, ¿qué sucede a la hora de contabilizar el grueso de los votos? Es más que obvio que hay un alto margen de error. No creo que debamos seguir confiando en este sistema. Se debe hacer un cambio y pronto. Aunque claro, también hay un factor importante a considerar y es que tan entrenados estén los funcionarios respecto a lo que deben hacer sobre sus funciones para que no estén desprevenidos.

Capacitación y simulacros insuficientes

Cuando vino mi capacitadora me preguntó si quería realizar mi capacitación en línea o si quería que ella me capacitara. Ante la pandemia y el hecho de que me desempeño mejor en línea, preferí realizar una capacitación en línea. Me agradó la capacitación, se me hizo completa, pero cuando llevé a cabo la practica el día de la elección me di cuenta que no tenía todas las cosas claras porque como es evidente siempre se quedan cosas en el camino y no es lo mismo la teoría que la práctica. Pero eso no es problema del INE, eso es algo normal.

Lo que sí me parece que fue totalmente insuficiente fueron los simulacros. Sólo hubo uno para mi casilla. Aquí debo acotar que se me invitó a otro de otra casilla pero al cual no pude asistir: culpa mía por tener otras ocupaciones. Pero debería haber más simulacros y, otro error, de parte de la ciudadanía que fue elegida como funcionarios de casilla fue la poca o nula participación en los simulacros. Se suponía que debían haber asistido por lo menos doce personas a los simulacros, además de los suplentes. Mas no fue así. Con trabajos pudimos conformar una casilla tomando elementos de los suplentes.

Toda una odisea desde el principio. El día de la elección fue necesario tomar gente de la fila para iniciar con las elecciones, lo que nos retrasó mucho en el inicio de la votación. Lo que aporta otra razón de porque debemos cambiar el sistema de votación. Regresando al tema anterior, si hubiera una capacitación más intensiva, por ejemplo, que se hiciera obligatoria la capacitación en línea y que además se incluyeran más simulacros sería más enriquecedor para los funcionarios el aprendizaje sobre sus funciones y la de sus compañeros y, de esta forma, saber qué es lo que deben hacer el día de la elección.

Empero, esto puede ser contraproducente. Si las personas no quieren participar, y se les obliga a realizar más tareas de las que ya tienen que hacer es posible que se muestren aún más reacios a participar, lo cual es lo contrario a lo que se pretende. Es pues una tarea complicada la que el INE tiene por delante, puesto que necesita motivar a las personas a participar como funcionarios de casilla con algo que llame la atención, algo que ni el dinero ha logrado conseguir.

Mucha crítica, poca acción

En este tema de las elecciones es imposible no mezclar la política porque va de la mano y siempre hay un montón de críticas. Todo el mundo tiene una opinión respecto a lo que los funcionarios de casilla deberían hacer, pero nadie quiere ser uno. Es muy fácil hablar, pero es otra cosa hacer. Pienso que aquí hay tres actores que deben estar trabajando en conjunto: el INE, los funcionarios y la ciudadanía. Los dos primeros van a estar siempre coordinándose pero si la ciudadanía no colabora las cosas jamás van a funcionar; si los ciudadanos no entran a fungir como funcionarios de casilla el INE se va a ver en serios aprietos para llevar a cabo las futuras elecciones y las cosas van a ser cada vez más difíciles para elegir a nuestros gobernantes.

En este mismo rubro he de decir que como funcionaria de casilla de las últimas elecciones sufrí críticas, especialmente por ser presidenta y, sobre todo, porque era la primera vez que era funcionaria. Era perfectamente normal que no hiciera las cosas bien porque no conocía cómo funcionaban las cosas al ser la primera vez que estaba de funcionaria a pesar de que me preparé todo lo que pude. No me molestan las críticas, al contrario, me ayudan a crecer como persona, pero es una verdadera lástima que muchas personas usen los tonos que usaron para tratar de agredir o intentar imponerse por sobre mi persona como si con ello eso les diera alguna clase de poder. Qué se le va a hacer.

De esto me quedo con el aprendizaje y el buen sabor de boca de que hice todo lo que estuvo en mis manos para garantizar los derechos de los votantes. Claro que debí entorpecer algunos procesos propios de las elecciones en mi casilla debido a mi inexperiencia, insisto en que era normal porque era novata siendo funcionaria; pero para la próxima vez ya tendré conocimiento de cómo hacer las cosas porque con mucho gusto aceptaré ser funcionaria cuando quede en el sorteo, aun cuando me toque salir en la madrugada.

Sistema mixto de votación

Ya he hablado de todo lo que me ha parecido estas votaciones, de los pormenores y otras cosas más. Falta decir lo que pienso que sería ser una solución. No creo que exista una solución definitiva; al menos no de momento. Como dije arriba, el INE la tiene complicada para hacer que la participación ciudadana se incremente. Hoy en día hemos ido aumentando la confianza hacia el internet y las computadoras en todos los ámbitos de nuestras vidas. Los celulares están presentes 24/7 y usamos los cajeros automáticos para todo. De hecho, con el uso de un celular ahora podemos disponer de nuestro dinero y transferir dinero a otra persona sin necesidad de ir al banco.

Es por ello que considero que deberíamos empezar a confiar en las computadoras para las elecciones también. No faltará el que dirá que se pueden hackear las máquinas para cambiar los votos. Es verdad, se puede hacer. De la misma forma que se puede hackear una cuenta de un banco para robar todo el dinero que tienes la cuenta y dejarte en ceros. Me parece que si se pueden proteger las cuentas y blindarlas para que esto no suceda, también se pueden proteger las máquinas donde se instalen los programas que recopilen los votos. Además, no creo prudente saltar de un sistema de conteo de votos a otro de forma drástica.

Habría que ir probando de a poco, para ver cómo reacciona el electorado ante la nueva opción. Las computadoras podrían instalarse días antes de la elección definitiva para que las personas que quieran emitir su voto antes de la elección vayan y voten con anticipación, lo que haría que ese día haya menos participación ciudadana y no haya tantas personas para evitar conglomeraciones. Los capacitadores u otras personas como funcionarios capacitados pueden estar a cargo de éstas máquinas mientras los votantes se acostumbran a la interfaz de la máquina. Incluso podría tener un horario reducido en un día, pero ser de más días. Por ejemplo, podría estar de diez de la mañana a cuatro de la tarde y estar instalada de lunes a viernes para que diferentes personas estén a cargo de la computadora de forma que no recaiga sobre una misma persona el trabajo.

En realidad es sólo cuestión de tiempo para que las personas se acostumbren a esta nueva modalidad. Todos aquellos que han usado un cajero automático estarían en condiciones de usar esta máquina, siempre y cuando el INE hiciera una interfaz amigable en la cual los usuarios pudieran elegir de forma sencilla lo que tienen que hacer. Tal vez tendrían que escanear su credencial, poner sus huellas digitales o alguna otra forma de confirmar su identidad para evitar que se vote dos veces puesto que debe haber algún sistema de seguridad. Así, se tendría que garantizar que las máquinas estuvieran conectadas a internet y que hubiera luz todo el tiempo.

Dicho de otra forma, es una desventaja. Por ello tendría que ser un sistema mixto y no podría hacerse un cambio drástico: el país no está preparado para afrontar algo como esto. Insisto en que esto es sólo una humilde propuesta que, ojalá, pudiera ser leída por algún funcionario del INE y que tuviera eco. O por lo menos que impactara entre las personas para que reflexionaran sobre todo lo que tienen que hacer los funcionarios de casilla porque ahora que lo he sido yo me parece que es inhumano seguir en este sistema de conteo de los votos.

Piensen no solo en los funcionarios de casilla, sino en las personas que tienen que hacer el reconteo de los votos. No tengo idea de cómo hacen eso, pero si tienen que hacerlo de forma manual espero que alguien se apiade de su alma. Imagínense todos los funcionarios que por alguna razón metieron votos en una bolsa equivocada, los del INE tienen que buscar en qué bolsa están y tienen que contar, voto por voto cada uno. En cada casilla hay espacio para 750 boletas, multipliquen eso por todas las casillas. Aparte hay que multiplicar eso por cada votación. En estas elecciones se hicieron elecciones de gubernatura, de ayuntamiento y de diputaciones federales y locales. Son una exageración de votos. Sinceramente yo no quisiera trabajar haciendo un recuento de votos. Esas personas sí que se ganan el pan.

 

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27 jul 2021

No es tarde para sentirse orgullos@

La forma inesperada en que un libro llegó a mis manos

Una vez, en una feria del libro en Tacámbaro, había una caja de libros viejos que tenía un letrero que se vendían en veinte pesos. Atraída por la oferta, me acerqué. Revolví con fruición por largo rato, buscando y rebuscando algo de valor. En su mayoría eran libros que no valían mucho la pena: de ahí el descuento. Pero no me di por vencida. Encontré un libro de varios autores de la editorial Tusquets, me parece que también apareció Murciélagos de Gustav Meyrink y el libro del cual quiero hablar ahora: La atalaya de Elizabeth A. Lynn.

El librero los miró y los hojeó, me preguntó de dónde los saqué, le señalé caja y no quería vendérmelos en el precio señalado. Me dijo que eran buenos libros para vendérmelos en veinte pesos a cada uno. Yo lo sabía, por eso los había escogido. Insistió que el de Tusquets valía por si solo más de cien pesos. Yo guardé silencio, conocedora de ese detalle. Después me preguntó cómo es que sabía el valor de esos libros. Le dije que había estudiado literatura. Me dijo que ni hablar, el que sabe, sabe y me los dejó en ochenta pesos, sólo porque había tenido buen tino. Feliz por llevarme tres buenos libros por menos del precio de lo que valía tan sólo uno de ellos me vine a casa.

La trama de La Atalaya

La atalaya, libro que me llamó la atención por su título es un libro que me sirvió para mi tesis de licenciatura. Pero claro que no tiene nada que ver con los testigos de Jehová. Descubrí que la palabra atalaya también denomina a una torre que es a lo que se refiere en el libro. A grandes rasgos la trama trata del norte, territorio que es conquistado por el sur y cómo el príncipe Errel es convertido en bufón para luego escapar con uno de sus soldados hacia el sur donde es protegido en Vanima. Ahí aprende a ser cheari por un tiempo tras el cual decide volver al norte para derrotar a Col Istor, sin embargo la historia dará un giro drástico que no se esperaba.

Lo que más me ha gustado del libro

Es verdad que el mes del orgullo fue el mes pasado, pero aún estoy a tiempo de hacer mi recomendación literaria al respecto y es que este libro es perfecto para eso. No se trata de un libro explícito, para nada. Pero sí que tiene su pequeño aporte que me ha encantado. Se trata de una pareja lesbiana que es tan sutil que hasta pasa desapercibida por la mayoría de los personajes y el protagonista ni cuenta se da por un montón de páginas. Sólo la observación detenida hace que se dé cuenta de que se tratan de mujeres. Y es mucho después que ellas revelan que son pareja por medio de hechos ya muy evidentes.

Los detalles son los que cuentan. Pero si uno es un lector de esos que lee entre líneas se puede dar cuenta de que se tratan de mujeres; yo la verdad no me di cuenta la primera vez que lo leí porque estaba absorta en la lectura, disfrutando de ella que no noté nada. Ahora que lo he leído por segunda vez me he dado cuenta que los guiños estaban ahí, tan evidentes que no hace falta más que poner atención para notar que todo estaba tan presente que los elementos caen por su propio peso. Es que la maestría de la escritora es tal que el lector es el que se engaña. Al menos yo me engañé.

Yo sólo conozco este libro de la autora, pero por lo que he leído en internet este es el primero de una trilogía y tiene otros libros que contienen contenido de interés LGTB al grado que esta comunidad le otorgó a una de sus cadenas de librerías el nombre de A different light en honor a ella por uno de sus libros, lo que no deja de ser algo muy lindo.

Estilo y fantasía

Otro detalle que no puede pasar desapercibido es el género y es que La atalaya es fantasía y no necesito ver que en la portada tiene la etiqueta de que el libro tiene el Premio Mundial de Fantasía de 1980 para saberlo, basta con leerlo. La forma en que está narrado, las palabras quedan plasmadas con una genialidad maravillosa y única. El castillo del que se habla con la torre es singular pero también lo es el estilo de pelea que se asemeja a la caporeira donde se establece un equilibrio en el que no se pretende matar sino neutralizar al enemigo. Además se habla también de los clanes diferenciados por colores y sus formas tradicionales de actuar. Algo también llamativo es que es de esos libros acompañados por mapas, lo que es típico de los libros de fantasía.

Este rasgo arriba mencionado es muy útil a la hora de ir leyendo porque permite al lector ir avanzando en la lectura y corroborar los datos que se van dando a lo largo del texto para no perderse en el libro o por mera curiosidad. Es parte de los paratextos que muchos lectores disfrutan y me incluyo entre ellos. Aprecié más la ilustración del plano de la Fortaleza de Tornor porque suceden más acontecimientos ahí que el viaje que hacen los personajes a Vanima. El mapa de los lugares es ilustrativo pero no es tan necesario como el de la Fortaleza, al menos no en este primer libro.

Lo más importante para mí es que te deja con ganas de más. Ahora que he vuelto a releer el libro pienso que es posible que busque los otros libros de la colección para leerlos, pues es verdaderamente buena su escritura y es muy refrescante leer una literatura en donde no hay relaciones amorosas tradicionales. Es bueno salirse del canon de vez en cuando y si es seguido, mejor.

  

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